Date
2024-04-29Author
Bolaños Bastidas, Karen Tatiana
Gamboa Gómez, Yiseth Karina
Juaginoy López, Maribel
Advisor
Palacios Ariza, María Alejandra
Citación
Metadata
Show full item record¿Cuáles son las estrategias de cuidado paliativo que se pueden ofrecer al paciente con cáncer terminal desde la unidad primaria en salud?
Abstract(es):
Cáncer designa un amplio grupo de enfermedades, de elevada prevalencia en la actualidad, con características definitorias comunes: multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos. Se trata de la segunda causa de muerte en todo el mundo. También es responsable de una significativa carga de morbilidad, en aumento de manera paralela al envejecimiento de la población y los estilos de vida poco saludables, y de gran impacto económico sobre los sistemas de salud. La reducción de la mortalidad prematura por esta causa constituye una de las metas de los Estados miembros de las Naciones Unidas, reflejada en el Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020 de la Organización Mundial de la Salud (Kamal et al., 2016). La investigación ha posibilitado el acceso a diagnóstico precoz y el desarrollo de tratamientos de calidad para aumentar las tasas de curación y supervivencia.
Sin embargo, en la actualidad aún tiene retos pendientes, por ejemplo: la mejora de la supervivencia a largo plazo, especialmente de los pacientes con tipos infrecuentes y poco conocidos de cáncer, y de la calidad de vida de quienes deben someterse a tratamientos agresivos. Alrededor de un tercio de las muertes por cáncer se deben al consumo de tabaco, a un elevado índice de masa corporal, al consumo de alcohol, a una baja ingesta de frutas y verduras y a la falta de actividad física. (Inserra & Crocoli, 2019)
En algunos casos, cuando el diagnóstico no es oportuno, los pacientes con enfermedad avanzada requieren cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida del paciente y su familia. Por lo tanto, es importante identificar las estrategias de cuidado paliativo que pueden ofrecerse desde la unidad primaria de atención para mejorar la calidad de vida del paciente y su familia durante todo el proceso de la enfermedad (Penders et al., 2018). Actualmente, existen modelos de atención en cuidados paliativos que pueden cubrir satisfactoriamente las necesidades del paciente, elegir el indicado dependerá del tipo de paciente, la enfermedad que padezca, la etapa por la que cursa, así como del personal disponible y de la infraestructura con la que se cuente.
En la atención primaria los tratamientos curativos y paliativos pueden y deben ocurrir simultáneamente durante el transcurso de la enfermedad. Sus beneficios son mayores si los ofrecemos desde etapas tempranas, incluso desde el diagnóstico, en el que pueden concurrir con tratamientos con fines curativos, con lo que pueden atenuarse síntomas que aparecen como consecuencia de la misma enfermedad o su tratamiento, así como de condiciones comórbidas (Penders et al., 2018). Se debe intervenir a los pacientes de forma oportuna, conocerlo desde el comienzo de su enfermedad y los síntomas que lo aquejan, mejora la atención y disminuir la complejidad en las etapas más avanzadas.
Para que se fortalezca la atención primaria y logremos el cometido dispuesto por la OMS, debemos fomentar la formación de equipos de atención primaria que proporcionen asistencia en casa, estos brindan información, alivio sintomático, soporte emocional y ayuda para mejorar la comunicación. Requerimos de un ejército para atender al grueso de la población, garantizar mayor cobertura y evitar embudos en los que los pacientes tengan que ser atendidos en los terceros niveles (Narayan & Nishtala, 2017).
Abstract:
Cancer designates a broad group of diseases, currently highly prevalent, with common defining characteristics: rapid multiplication of abnormal cells that extend beyond their usual limits and can invade adjacent parts of the body or spread to other organs. It is the second leading cause of death worldwide. It is also responsible for a significant burden of disease, increasing in parallel with population aging and unhealthy lifestyles, and a major economic impact on healthcare systems. Reducing premature mortality from this cause constitutes one of the goals of the United Nations Member States, reflected in the World Health Organization's Global Action Plan for the Prevention and Control of Noncommunicable Diseases 2013-2020 (Kamal et al., 2016). Research has enabled access to early diagnosis and the development of quality treatments to increase cure and survival rates.
However, there are still challenges ahead, such as improving long-term survival, especially for patients with rare and poorly understood types of cancer, and the quality of life of those who must undergo aggressive treatment. About one third of cancer deaths are due to tobacco use, high body mass index, alcohol consumption, low fruit and vegetable intake and lack of physical activity.(Inserra & Crocoli, 2019).
In some cases, when the diagnosis is not timely, patients with advanced disease require palliative care to improve the quality of life of the patient and family. Therefore, it is important to identify palliative care strategies that can be offered from the primary care unit to improve the quality of life of the patient and family throughout the disease process (Penders et al., 2018). Currently, there are models of care in palliative care that can satisfactorily meet the patient's needs, choosing the right one will depend on the type of patient, the disease they suffer, the stage they are going through, as well as the available staff and the infrastructure available.
In primary care, curative and palliative treatments can and should occur simultaneously during the course of the disease. Their benefits are greater if we offer them from early stages, even from diagnosis, in which they can concur with treatments for curative purposes, whereby symptoms that appear as a consequence of the disease itself or its treatment, as well as comorbid conditions, can be attenuated (Penders et al., 2018). Patients should be intervened in a timely manner, knowing them from the onset of their disease and the symptoms that afflict them, improves care and decreases complexity in the more advanced stages.
For primary care to be strengthened and to achieve the WHO mandate, we must encourage the formation of primary care teams that provide care at home, providing information, symptomatic relief, emotional support and help to improve communication. We require an army to serve the bulk of the population, ensure greater coverage and avoid funnels in which patients have to be treated at third levels (Narayan & Nishtala, 2017).