Identificación en el seguimiento postparto de hipertensión crónica en mujeres con antecedentes de trastornos hipertensivos durante el embarazo
Portada
Citas bibliográficas
Código QR
Director
Autor corporativo
Recolector de datos
Otros/Desconocido
Director audiovisual
Editor/Compilador
Editor
Tipo de Material
Fecha
Palabras claves
Citación
Título de serie/ reporte/ volumen/ colección
Es Parte de
Resumen en español
La morbilidad materna extrema (MME) se define, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el “estado en el cual una mujer casi muere, pero sobrevivió a una complicación ocurrida durante el embarazo, el parto o dentro de los 42 días de la terminación del embarazo” (Instituto Nacional de Salud, 2017) .Los trastornos hipertensivos del embarazo, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), se caracterizan por un aumento de la presión arterial sistólica mayor o igual a 140 mmHg o diastólica mayor o igual a 90 mmHg. Estos trastornos se clasifican en hipertensión crónica, hipertensión gestacional, preeclampsia, eclampsia e hipertensión crónica con preeclampsia sobreagregada (Luna & Martinovic, 2022a). En Estados Unidos, los trastornos hipertensivos complican entre el 8% y el 10% de los embarazos (Hauspurg et al., 2019a). Después de la hemorragia, la hipertensión es la segunda causa de mortalidad materna, representando el 26% de las muertes maternas en América Latina y el Caribe, y el 16% en países desarrollados (Luna & Martinovic, 2022b). En Colombia para el 2020 de acuerdo con la causa agrupada de morbilidad materna extrema el 61.7% se concentró en los trastornos hipertensivos (Instituto Nacional de Salud, 2023). Los trastornos hipertensivos del embarazo no sólo afectan la salud materna inmediata, sino que también se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en el futuro (Anne Cathrine Personal et al., 2024). Por otro lado, se ha evidenciado una deficiencia en el seguimiento y en las indicaciones claras para el manejo postparto de estas mujeres. Por lo tanto, es fundamental implementar un protocolo de seguimiento postparto para aquellas que han presentado antecedentes de trastornos hipertensivos en el embarazo, con el objetivo de prevenir complicaciones y desenlaces fatales. Este enfoque contribuirá a mejorar la salud materna y encaminará los esfuerzos con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, promoviendo una atención más integral y efectiva para las mujeres en el periodo postparto (Naciones Unidas, 2018). La vigilancia de la morbilidad materna extrema en Colombia ha sido una estrategia clave desde 2012, permitiendo la identificación y notificación de casos, así como la implementación de acciones orientadas a mejorar la atención materna. En la semana epidemiológica 20 de 2024 “la principal causa de muerte materna directa corresponde a trastorno hipertensivo asociada al embarazo con el 22%”,” la razón más elevada en los últimos 5 años se observó en el trastorno hipertensivo del embarazo”, evidenciando la necesidad de fortalecer las estrategias de salud pública para abordar este problema. (Instituto Nacional de Salud, 2024). La reducción de la morbilidad materna continúa siendo una prioridad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (OPS, 2023). En Colombia, la ausencia de un protocolo establecido para el seguimiento postparto en pacientes que sufrieron trastornos hipertensivos durante el embarazo dificulta la identificación temprana y el manejo adecuado del desarrollo de hipertensión crónica (Lozano-Avendaño et al., 2016). Esta deficiencia no solo compromete la salud y bienestar de las mujeres, sino que también tiene un impacto negativo en su núcleo familiar, favoreciendo el aumento de los costos asociados con la atención médica y afectando el sistema de salud pública.
Resumen en inglés
Extreme maternal morbidity (EMM) is defined, according to the World Health Organization (WHO), as the ‘state in which a woman almost died, but survived a complication occurring during pregnancy, childbirth or within 42 days of termination of pregnancy’ (National Institute of Health, 2017). Hypertensive disorders of pregnancy, according to the American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), are characterised by an increase in systolic blood pressure greater than or equal to 140 mmHg or diastolic greater than or equal to 90 mmHg. These disorders are classified into chronic hypertension, gestational hypertension, pre-eclampsia, eclampsia and chronic hypertension with super-added pre-eclampsia (Luna & Martinovic, 2022a). In the United States, hypertensive disorders complicate 8-10% of pregnancies (Hauspurg et al., 2019a). After haemorrhage, hypertension is the second leading cause of maternal mortality, accounting for 26% of maternal deaths in Latin America and the Caribbean, and 16% in developed countries (Luna & Martinovic, 2022b). In Colombia in 2020, according to the grouped cause of extreme maternal morbidity, 61.7% was concentrated in hypertensive disorders (Instituto Nacional de Salud, 2023). Hypertensive disorders of pregnancy not only affect immediate maternal health, but are also associated with an increased risk of cardiovascular disease in the future (Anne Cathrine Personal et al., 2024). On the other hand, there has been evidence of a deficiency in the follow-up and clear indications for the postpartum management of these women. Therefore, it is essential to implement a postpartum follow-up protocol for women with a history of hypertensive disorders in pregnancy in order to prevent complications and fatal outcomes. Such an approach will contribute to improving maternal health and will align efforts with the Sustainable Development Goals, promoting more comprehensive and effective care for women in the postpartum period (United Nations, 2018). Surveillance of extreme maternal morbidity in Colombia has been a key strategy since 2012, allowing the identification and notification of cases, as well as the implementation of actions aimed at improving maternal care. In epidemiological week 20 of 2024 ‘the main cause of direct maternal death corresponds to hypertensive disorder associated with pregnancy with 22%’, ‘the highest ratio in the last 5 years was observed in hypertensive disorder of pregnancy’, evidencing the need to strengthen public health strategies to address this problem. (National Institute of Health, 2024). Reducing maternal morbidity continues to be a priority within the framework of the Sustainable Development Goals (SDGs) (PAHO, 2023). In Colombia, the absence of an established protocol for postpartum follow-up in patients with hypertensive disorders during pregnancy hinders early identification and proper management of the development of chronic hypertension (Lozano-Avendaño et al., 2016). This deficiency not only compromises the health and well-being of women, but also has a negative impact on their families, increasing the costs associated with medical care and affecting the public health system.