Propuesta de medición del Bienestar Financiero, de las personas de los convenios de libranza, impactadas por la capacitación financiera en modalidad virtual del Banco Davivienda

Abstract

En el Banco Davivienda y desde el punto de vista de la sostenibilidad, actualmente se tienen programas con impacto a diferentes públicos objetivos que buscan aportar al cumplimiento de diferentes objetivos de desarrollo sostenible. Este tipo de programas son paralelos al negocio del banco, pero podrían representar oportunidades para la generación de ventajas competitivas en el marco actual de alta competencia en el sector financiero.

De acuerdo con lo anterior, el presente documento presenta un mecanismo de medición del bienestar financiero de las personas vinculadas a empresas con convenios de libranza vigentes con el Banco Davivienda, siendo este uno de los públicos objetivos de la estrategia de educación financiera de la entidad. Para esto se realizó un estudio descriptivo que inició con la identificación de los datos recolectados por la entidad en capacitaciones financieras en modalidad virtual, y con base en referentes teóricos asociados a la medición del bienestar financiero, se establecieron diferentes niveles de clasificación (desde la insuficiencia hasta la libertad financiera). Los resultados obtenidos muestran que cerca del 80% de las personas se encuentran en una etapa de estabilidad financiera, ya que en general sus ingresos permiten cubrir sus gastos actuales y pagar sus deudas a tiempo, entre otras características que pueden estar relacionadas con la construcción del patrimonio o el ahorro a largo plazo. Por otro lado, alrededor del 18% de las personas se encuentran en crisis financiera siendo más propensas a caer en crédito informal, entendiéndolo como aquel que se solicita a terceros o a entidades no vinculadas al sector financiero y como respuesta a tener deudas altas, pagar fuera de tiempos establecidos, y no contar con ingresos suficientes para cubrir los gastos, entre otras consecuencias negativas para las personas.

Lo anterior puede ser insumo para que la entidad elabore estrategias diferenciales que, desde la óptica del valor compartido, respondan a la situación actual de cada persona dando apoyo para la mejora de su bienestar financiero, generando ventajas competitivas para la entidad y obteniendo mejores resultados comerciales.